7 de agosto de 2012

La egolatría de Don Simón Bolívar "el Napoleón de las Retiradas"

Por:   Pretoriani
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Simón Bolívar 
La corriente Bolivariana pretende construir en Latinoamérica un eje de poder que confronte a EE.UU, para tal cometido, la mencionada ideología a nuestro entender estructura toda una filosofía sobre la base de valores atribuidos a Simón Bolívar; personaje que ha sido sobredimensionado, olvidando el lado humano del general venezolano; porque sus pecados son suficiente razón para poner entre dicho las ideas que se motivan en sus persona.
El nunca fue apasionado defensor de los indios, por el contrario le dedicó los peores adjetivos y los utilizó como carne de cañón en las Batallas de Ayacucho y Junín, y en los territorios neogranadinos (Colombia).
Él restituyó la esclavitud y los impuestos vejatorios que se habían eliminado en 1821; en su afán por
el poder, encerró y ajustició a los jefes de las montoneras, hombres que contribuyeron con el
proyecto independentista.

Él es la escuela de las dictaduras latinoamericanas, el personaje militar que supone ser el predestinado a reorganizar y dirigir la suerte de las masas ignorantes e inútiles, a través de la imposición de gobiernos mesiánicos. Su absurda constitución con la presidencia vitalicia es prueba de la egolatría de Don Simón Bolívar, quien corto el yugo español, para someternos al Imperio Colombiano. Triste episodio de nuestra independencia. El antagonismo (enfrentamientos) entre muchos de nuestros próceres (aquellos que formaban unas especies de cuadrillas guerrilleras en diversos territorios) y el desconocimiento de una línea vertical del mando, indispensable para el triunfo, obliga Simón Bolívar a este hecho; mas como ejemplo disciplinario que otra cosa. Se asegura no de forma histórica ni comprobada) que Manuel Piar fue su medio hermano; de ser esto cierto, nos pondría a pensar lo frío e irreflexivo de su personalidad y lo criminal que fue.

Su concepto (Británico o elitista) de un congreso formado por notables (principalmente los próceres de la independencia) que fuese hereditario, tipo cámara de los Lores; entre otras cosas, lo lleva a enfrentarse a Santander y Páez; enfrentamiento que termina con la persecución de Bolívar, asesinato de Sucre y disolución de la Gran Colombia. Este hecho debe ser analizado profundamente ya que la disolución de la Gran Colombia no puede ser considerado un triunfo; más bien , y la historia se ha encargado de demostrar, hasta la sociedad, que este sórdido hecho ha sido causa de la debilidad y el atraso en que se encuentran sumidas muchas naciones mal llamadas Bolivarianas.

No olvidemos sus insultos y persecuciones a la Iglesia Católica, dejando ver su verdadero rostro y alejándose de su tan afamada caballerosidad.

Karl Marx
Marx desmitifica con ruda acuciosidad el aura de genio militar que rodea a Bolívar y lo expone como un general calculador y cobarde al punto de calificarlo como "el Napoleón de las Retiradas" en alusión a recurrentes episodios donde Bolívar huye en plena batalla abandonando a sus soldados, como sucedió en agosto de 1814 durante un combate contra las tropas del realista Boves. Y por si fuera poco, Marx le endilga a Bolívar el título de traidor, acusándole de haber participado en la entrega del independentista Francisco Miranda al tirano español Monteverde. De hecho, el caraqueño había iniciado su carrera militar? como buen hijo de colonos españoles de alta alcurnia? en las filas del ejército realista. A sus 16 años fue nombrado por el rey de España subteniente de la Sexta Compañía del Batallón de Milicias de Blancos de los Valles de Aragua; es decir comenzó su carrera hacia el poder sirviendo a la Corona, como una mayoría de aristócratas y criollos que luego encabezaron el proceso independentista apoyados por los propios europeos enemigos del corrupto monarca español Fernando VII.

Durante la ruptura con España, atenido al omnímodo poder que le habían conferido las sofisticadas armas inglesas, el dinero de la corona británica y los caudales aportados por las élites de "españoles americanos" que se enfrentaban a los "españoles europeos" (términos usados por el propio Bolívar en varios de sus escritos), el aristócrata Libertador erigió su soberbia y casi divina figura sobre los despojos de los genuinos luchadores populares por la Independencia, indígenas y negros, llegando a incomodarse sin disimulo ante la emergencia de líderes plebeyos como el dirigente mulato Manuel Carlos Piar, prócer de la liberación venezolana, a quien Bolívar mandó fusilar, según Marx, "bajo las falsas imputaciones de haber conspirado contra los blancos, atentando contra la vida de Bolívar y aspirando al poder supremo".

Una de las críticas más duras de Marx contra Bolívar se relaciona con la naciente república de Bolivia y la forma odiosamente bonapartista (en términos marxistas) con que el Libertador diseñaba la estructura del naciente Estado boliviano. Como es sabido, Bolívar se desplazó a los Andes peruanos tras una exitosa campaña en Ecuador, dejando atrás antiguas rivalidades y animadversiones que sostenía con sus propios correligionarios Venezolanos y Colombianos. Al fundarse Bolivia, el Libertador redactó su famosa Constitución Vitalicia, conocida por Marx como el "Código Boliviano".

Durante las campañas contra los españoles en el Bajo y el Alto Perú (1823-1824) Bolívar ya no consideró necesario representar el papel de comandante en jefe, sino que delegó en el general Sucre la conducción de la cosa militar y restringió sus actividades a las entradas triunfales, los manifiestos y la proclamación de constituciones. Mediante su guardia de corps colombiana manipuló las decisiones del Congreso de Lima, que el 10 de febrero de 1823 le encomendó la dictadura; gracias a un nuevo simulacro de renuncia, Bolívar se aseguró la reelección como presidente de Colombia. Mientras tanto su posición se había fortalecido, en parte con el reconocimiento oficial del nuevo Estado por Inglaterra, en parte por la conquista de las provincias alto peruanas por Sucre, quién unificó a las últimas en una república independiente, la de Bolivia. En este país, sometido a las bayonetas de Sucre, Bolívar dio curso libre a sus tendencias al despotismo y proclamó el Código Boliviano, remedo del Código de Napoleón. Proyectaba trasplantar ese código de Bolivia al Perú, y de éste a Colombia, y mantener a raya a los dos primeros estados por medio de tropas colombianas, y al último mediante la legión extranjera y soldados peruanos. Valiéndose de la violencia, pero también de la intriga, de hecho logró imponer, aunque tan sólo por unas pocas semanas, su código al Perú. Como presidente y libertador de Colombia, protector y dictador del Perú y padrino de Bolivia, había alcanzado la cúspide de su gloria.


1 comentario:

  1. Muy buena introducción a falso remedo de libertador que nos tocó, cercenador de nuestra tierra a su gusto y como precio lo tenemos en la historia. Cuando se coloca la segunda parte porque que veamos este personaje no termino en ninguna cúspide, más abandonado, pobre y olvidado...

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