27 de noviembre de 2011

“En Silencio Ha Tenido Que Ser”

Por: praetoriani


“…….en silencio ha tenido que ser, porque hay cosas que para lograrlas, han de andar ocultas”. Bellísimo fragmento de la última carta escrita por Martí en vida y que sirvió de titulo a una famosísima serie de televisión Cubana. Pero no es de Cuba ni de Martí que vengo a hablarles, sino de la manera silenciosa con que el flagelo de la cocaína va contaminando los cimientos de nuestras sociedades, de la manera silenciosa y misteriosa en que es apoyado por fuerzas omnipresentes y todopoderosas y también, ¿por qué no?, de la manera silente en que observamos este fenómeno surgir sin emitir criterio alguno. 

Alijo de cocaína 
Remontémonos como siempre a una breve reseña sobre el meollo de la cuestión. Recién veía en uno de los canales didácticos de la televisión por cable, un par de documentales tocando el tema del boom experimentado por el expendio y consumo de la cocaína en el Miami de los 80’s, nada que no nos dejaran ver ya con anticipación Brian De Palma y Oliver Stone en el recordado y no menos visto film de 1983 “Scarface”. Cuentan los cronistas, escritores, periodistas y todo aquel que ha tocado el tema, que al caminar por Miami, era evidente la opulencia, los rascacielos, los autos de lujo, los personajes famosos, las discotecas, bares y restaurantes de moda, del repunte encumbrador de nefastos personajes como la Colombiana Griselda Blanco, apodada “la madrina”, cuentan también de la inaudita violencia desatada por el reparto de territorios, de los tiroteos a plena luz del día, de los asesinatos a veces hasta de familias enteras, cuentan también del declive de la ciudad ante esta situación, del miedo, la incertidumbre, de la impotencia de las fuerzas del orden, superadas en número y logísticamente por el poder desorbitante del narcotráfico. 


Hagamos un stop un segundito, son ideas mías, ¿o algo empieza a tomar semejanza bien cerquita?, y no hablo de México heeee, México es ya de por sí, un clon de aquello. Hablo de situaciones como el caso Paya, del caso Figueroa Agosto, de Toño Leña, hablo de las incontables torres que se erigen por doquier y que son inhabitables para el Dominicano medio, aquel que trabaja de sol a sol y vive de su sudor, de estas torres y demás enclaves que se edifican desde quién sabe qué capital (teniendo en cuenta que R.D no cuenta con recursos naturales que permitan tal desarrollo), hablo de casos como el de la torre Atiemar, cuyo propietario, el español Arturo del Tiempo Márquez, no solo se codeaba con las más altas esferas, tenía, el distinguido personaje, un carnet que lo acreditaba como miembro de la Policía Nacional, por cierto, el señor, que fue capturado en su natal España con un macro alijo de cocaína, ni siquiera figura en el registro empresarial Español. Cuentan por ahí que un personaje muy famoso, y no menos querido por todos dio el primer picazo para inaugurar esta “torre de Babel”, donde es sabido también, (por voz populis claro), que otros famosos personajes de la vida Dominicana, poseían apartamentos de hasta dos millones de la verde y codiciada moneda. Hablo de la oscuridad en que quedan todos estos casos, de los peces gordos y las vacas sagradas que caerán….mas nunca caen, hablo señores del caótico limbo jurídico e informacional en que vivimos. 
Torre Atiemar
Retornemos al principio, recordemos que eran la comidilla mediática "miamense" y en general norteamericana, los desmanes y el auge incontenible del flagelo asesino, pero todo tiene un límite cuando al frente de una nación se encuentran hombres dignos, hombres que aman su país por encima de intereses mezquinos, hombres que prefieren trascender en la historia, antes que sucumbir a la tentación del delito y el vil dinero, las autoridades Norteamericanas dictaron y endurecieron leyes, comprendieron la importancia de los testigos y no solo trabajaron con ellos sino que les brindaron efectiva protección, se persiguió con saña, con encono y sin contemplación a todo aquel que de una manera u otra se vio involucrado en el tema, el mismo presidente Ronald Reagan, admitió la gravedad del problema y autorizó medidas extremas que a la postre resultarían en una de las mayores victorias de su vida política. Pero ohhhh, desgraciados de nosotros, he aquí el punto en que si no veo semejanza alguna, desgraciadamente no contamos con un valiente Quijote que venga a dar la cara en nuestro nombre, que venga a fajarse con este molino de piedra que hunde el país en el mar Caribe, señores…lamentablemente el mas cuerdo de los dementes de la literatura universal, no tendrá protagonismo aquí, en esta especie de “tierra del nunca jamás” no se vislumbra en el panorama político, una figura de fuerza para llevar adelante un cambio drástico. Solo espero, que el día que aparezca, nosotros, los pasivos espectadores que hoy somos, seamos capaces de levantarnos del colmado, dejar detrás el sabroso Brugal, y dar el soplo de aliento que Quisqueya…..la bella Quisqueya de todos, necesita para sus pulmones. 

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